domingo, 15 de febrero de 2015

El escuchar efectivo









Al empezar a pensar el desarrollo de esta nueva entrada (numero dos desde que construí este blog) me llamo mi hijo y me pidió algo y yo le respondí a ese pedido diciéndole un montón de cosas y de pronto me miro con su carita de adolescente y me dijo “Papá no me escuchas, eso no es lo que te pedí”. Ahí me pregunte ¿qué es lo que valida el hablar? y surgió nítidamente aquello que supe transmitir en un seminario en el  Hotel Ducal de la ciudad de Córdoba que es el escuchar. Y a continuación paso a transmitirles parte de lo desarrollado en esa oportunidad.


EL ESCUCHAR EFECTIVO


Cuantas veces se dice, vos no me escuchas, esto es un diálogo de sordos, déjame hablar, siempre queres hablar vos, sos sordo, pero escúchame, nunca me escuchas

Yo pregunto escuchamos bien en los tiempos actuales, ustedes amigos, ustedes esposos, ustedes jefes, ustedes compañeros se escuchan verdaderamente.

Yo creo que no y de esto se trata el seminario de hoy del escuchar y de su importancia en las organizaciones.


La comunicación humana tiene dos facetas: el hablar y el escuchar, de las cuales se considera que la primera es la parte activa y la segunda sería una consecuencia lógica, por lo tanto juega un papel pasivo. Se supone que si alguien habla lo suficientemente bien (fuerte y claro) será bien escuchado. A partir de esta interpretación, el escuchar generalmente se da por sentado y rara vez se le examina como un asunto problemático.

En estos tiempos ha comenzado "un darse cuenta", de que no escuchamos muy bien. Muchas veces no nos escuchan o nos resulta difícil escuchar a los demás. Suele suceder, que cuando un interlocutor hace una proposición verbal, en la tercera parte de su frase, ya tenemos formulada la respuesta en nuestra mente; le cortamos la palabra, pensando que lo hemos comprendido y el nos interrumpe a su vez porque no hemos interpretado bien su pensamiento. Cada uno sigue su idea en lo que se denomina "un dialogo de sordos"; esto nos lleva a veces a crear distancia, conflictos, que resienten nuestras relaciones humanas.

 En el ámbito de los negocios Peter Drucker y Tom Peters enfatizan en el "obsesionarse con el escuchar". Se ha establecido que una de las principales causas del bajo rendimiento del management, se debe al no escuchar a sus empleados. De esto se desprende la necesidad de hacer un cambio "fundamental" dentro de lo que hace a las comunicaciones.

Si examinamos detenidamente la comunicación, no daremos cuenta de que ella descansa, principalmente, no en el hablar sino en el escuchar. El escuchar es el factor fundamental del lenguaje. Hablamos para ser escuchados. El hablar efectivo sólo se logra cuando es seguido de un escuchar efectivo. EL ESCUCHAR VALIDA EL HABLAR. Es el escuchar, no el hablar, lo que confiere sentido a lo que decimos. Por lo tanto, el escuchar es lo que dirige todo el proceso de la comunicación


Es imprescindible que nos situemos en un principio de realidad encontrando a nuestro interlocutor en su propio terreno, esto supone que no interpretemos sus palabras, que no prejuzguemos antes de tener todas las informaciones, todos los elementos de su modelo del mundo.

Si tenemos en cuenta la nueva concepción del lenguaje como generador de realidades nuevas, el escuchar, aprender a hacerlo en forma efectiva, "nos abre infinitas posibilidades".

En la comunicación no todo depende de lo que se entrega, sino como se recibe nos permite  establecer  que decimos lo que decimos y los demás escuchan lo que escuchan; decir y escuchar son fenómenos diferentes





ESCUCHAR NO ES OÍR

Oír es un fenómeno biológico, de acuerdo a la estructura anátomo-funcional de las diferentes especies, se producen también, diferencias en el oír, Vg. “Los perros oyen perturbaciones que los humanos no perciben”. En cambio el escuchar, no solo se refiere a la percepción de sonidos, sino que va más allá.


Escuchar significa interpretar. Se puede escuchar aún cuando no haya sonidos; podemos escuchar a través de los gestos, las posturas, movimientos, emociones, dando la posibilidad de otorgarle un sentido a lo que se está comunicando; el cine mudo es un ejemplo clásico.
Entonces cuando escuchamos eficazmente lo hacemos de las palabras, emociones y corporalidad y todo eso forma un todo con todo lo que esto significa en cuanto a congruencia del mensaje.

Cada vez que rechazamos a otra persona perdemos nuestra capacidad de escuchar, solo nos estamos escuchando a nosotros mismos y nos cerramos a las posibilidades que el otro está generando.

Hasta la próxima entradaResultado de imagen para escuchar

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